Al
principio, la Chateau de Versalles era una casa de campo modesta construida por
Luis XIII. En este lugar, el rey solía ir de caza y descansar.
Cuando
su hijo Luis XIV fuera coronado comenzó a buscar un lugar para vivir, cansado
de haber habitado en diversos lugares como el Louvre o el Palacio Real. Cuando
conoció etse lugar decidió instalarse ahí e invirtió más de la mitad de los
ingresos de todo un año del país para convertir la sencilla casa en un palacio
digno de la realeza.
Durante
los reinados de Luis XV y Luis XVI, Versalles sufrió poco a poco cambios que
afectaron su majestuosidad.
Después
de la Revolución Francesa, el Palacio de Versalles fue saqueado y ya casi no
fue utilizado, salvo en ocasiones especiales como la coronación del emperador
alemán en 1871 o la firma del Tratado de Versalles en 1919.
En
la actualidad Versalles es un palacio nacional en el que se reciben a jefes de
Estado de otros países. En este establecimiento público trabajan 900 personas,
400 de ellas destinadas a la vigilancia. Tres millones de personas por año
visitan el palacio, y 7 millones los jardines, el 70 % de ellos son
extranjeros.
Versalles
está formado por tres palacios: Versalles, Gran Trianón y Pequeño Trianón,
además de infinidad de edificios situados en la villa.
Cuenta
con 700 estancias, 2.513 ventanas, 352 chimeneas (1.252 durante el Antiguo
Régimen), 67 escaleras, 483 espejos (repartidos en la Gran Galería, Salón de la
Guerra y Salón de la Paz), y 13 hectáreas de chimeneas. La superficie total es
de 67.121 m² de los cuales 50.000 están abiertos al público.
El
parque tiene 800 hectáreas, 300 de bosque y dos de jardines a la francesa: el
Pequeño Parque, tiene 80 ha. y el Trianón, 50 ha. Tiene 20 km² de vallas y 42
km² de paseos, con 372 estatuas.
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